Durante más de 30 años se dedicó a cuidar a ser humanos que ya estaban desahuciados y fruto de estas conversaciones advierte que en la mayoría de los casos los humanos cuando ya estamos al borde de morir decimos cosas como estas;
1- Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera
2- Ojalá no hubiera trabajado tanto
3- Hubiera deseado tener el coraje de expresar lo que realmente sentía
4- Habría querido volver a tener contacto con mis amigos
5- Me hubiera gustado ser más feliz.
Esta enfermera dice que la gente madura mucho cuando tiene que enfrentar su propia mortalidad a la vez que experimenta una variedad de emociones donde se cruza la rabia, negación, miedo, arrepentimiento y en ocasiones aceptación.
¿Cómo vives la vida que deseas vivir?
¿Qué tanto sientes que pierdes tiempo cuando estás con los seres que amas?
¿Cómo está la decisión de ser feliz?
Las estadísticas demuestran que a pesar de la tecnología los seres humanos trabajamos 200 horas más en el año 1.970 cuando debería ser menos si suponemos que la tecnología hace las cosas por nosotros.
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