MEDIO AMBIENTE
El medio ambiente,
esquematizado en el otro lado de la balanza que debería denominarse medio o
ambiente; porque en realidad son palabras sinónimas, que están formando un
pleonasmo.
Existen varios ambientes, a
saber: El familiar, el escolar, el cultural, el laboral, el recreativo, el
deportivo, el geográfico y todos potencialmente afectan la salud.
1)
FAMILIA: El
ambiente familiar puede afectar psicológicamente o físicamente la salud por el
comportamiento de los miembros de la familia, sus creencias y sus mitos; un
ejemplo muy conocido en nuestro medio es hacerle curaciones con telaraña al
ombligo de los recién nacidos, procedimiento que conlleva un alto riesgo de que
el infante sufra un tétanos. El alcoholismo de algunos de los padres afecta la
salud emocional del núcleo familiar; las dietas, sobre las cuales se han tejido
muchos mitos que llevan a desnutrición, malnutrición y preparación inadecuada
de alimentos, sería otro ejemplo.
2)
ESCUELA: Hay también en el ambiente escolar muchos factores que junto con
los familiares, pueden lesionar la integridad física y mental.
3)
TRABAJO: En el
medio laboral hay una gran cantidad de riesgos que llevan a las personas a
sufrir accidentes o a padecer enfermedades profesionales; el caso más socorrido
en nuestro medio es la lumbalgia por problemas ergonómicos; le sigue el ruido,
que está llevando a la pérdida de la audición a personas muy jóvenes; también encontramos
stress por jornadas agotadoras, alergias y cánceres por el uso de productos
químicos.
Además, accidentes e
incidentes en el medio laboral pueden afectar el medio externo adyacente, como
ocurrió con desastres asociados con la industria, que causaron grandes daños en
el ambiente y en el ecosistema. La fuga de gas con dioxina en Seveso en 1976;
la explosión de gas propano en la ciudad de México en 1984; la fuga de gas
methyl-isocianuro en Bhopal en 1984, el incendio y descarga de aguas contaminadas
al Rhin, provenientes de una bodega de Basilea en 1986; y ahora en Colombia la
contaminación de las aguas del río Bogotá y de otras fuentes en igual sentido,
confirman, sin lugar a dudas, esta afirmación.
4)
AMBIENTE GEOGRÁFICO: también tiene variables importantes
como el clima, la flora y la fauna, que formando parte del ecosistema, permiten
la aparición de enfermedades propias de cada clima como el paludismo,
leishmaniasis y la fiebre amarilla en zonas tropicales húmedas. Fenómenos como
las avalanchas derivadas de las crecientes de algunos ríos, terremotos en las
zonas volcánicas y muchos otros eventos que afectan la salud como las tormentas
y los huracanes, son igualmente factores de alto riesgo a considerar.
Al revisar este panorama
abigarrando donde observamos al agente, al huésped y al ambiente y lo colocamos
en la óptica del derecho, nos damos cuenta que existen gran cantidad de
decretos, leyes, normas, convenios, acuerdos y tratados tanto nacionales como
internacionales que regulan las actividades potencialmente nocivas para la
salud del hombre. En estas disposiciones es evidente la mano firme del derecho
proyectado en favor de la supervivencia de la especie humana e interactuando
con la medicina en la ejecución de tales regulaciones.
Por eso encontramos,
legalmente sustentados, programas de prevención, control y tratamiento de
tuberculosis, lepra, malaria, cáncer y SIDA; programas de vacunación; programa
materno-infantil; programa de crecimiento y desarrollo; y programa de
prevención de desastres. También encontramos legislación que regula el
ejercicio del trabajo y la donación de órganos, entre otros. Así, está
comprobado que el Derecho juega un papel importante en el desarrollo de la
salud en el mundo y que permitiendo mejorar la calidad de vida en la humanidad.
Pero ahora tenemos un reto
muy serio e importante, relacionado con la investigación biomédica, ya que
vemos con gran preocupación que la investigación va a la velocidad del jet y la
legislación va a paso de tortuga; y estamos encontrando situaciones
problemáticas que requieren legislación para controlar los riesgos que de ellas
puedan derivarse. Los casos más dramáticos los tenemos con el aborto, la
fecundación in vitro, el alquiler de úteros, la experimentación con embriones,
formas irregulares de procreación, el manejo inadecuado de la ingeniería
genética, la experimentación humana. La psicocirugía, las drogas, el
transplante de órganos, la preselección y cambio de sexo, entre otros. Por eso
los médicos, los abogados, los eticistas, los científicos y la comunidad en
todos los niveles y matices, debemos agilizar la evaluación de la tecnología
que está desarrollando, para darle una dirección adecuada y evitar que se
convierta en un bumerang que se devuelva contra el hombre
Ello nos lleva obligatoriamente
a pensar en la necesidad de trabajar a conciencia, objetivamente y con agilidad
en el campo de la BIOETICA, para lograr el bien común
de la humanidad.
Pero vemos que muchas
determinaciones en derecho están afectando el bien común, como ocurre con las
factorías legalmente establecidas, pero que están destruyendo el ecosistema;
evidencia que nos lleva a responder en conciencia a estos interrogantes: ¿Si la
naturaleza tiene sus propias leyes; si el fin último del hombre y del universo
es su perfección, ¿cómo aceptar que muchas decisiones se fundamenten en lo
legal más no en lo justo? ¿Puede lo legal contraponerse a lo justo y al bien
común?
Las consideraciones hechas sobre Salud, Enfermedad y Derecho, tienen que
servir como base para hacer una reflexión que permita llegar a una dinámica
docente, que sensibilice a todos los seres humanos de este planeta!! para
trabajar en equipo con otras ramas del conocimiento, en la búsqueda de un
horizonte promisorio para la humanidad en todos los campos, sustentado en el
desarrollo pleno de los valores fundamentales.
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